Cupcakes de coco y piña

Se que aun hace muuucho calor y que da muuuucha pereza encender el horno, pero estos cupcakes bien lo merecen porque ¿ Puede haber algo más veraniego que el coco y la piña?

Son súper agradables de tomar en estas fechas taaan calurosas y los trocitos de piña en el bizcocho hacen que estén muy jugosos.

Antes de ir con la receta quería comunicaros algo importante...¡ Por fin me he decidido a grabar vídeo recetas!Podéis ver la receta de hoy aquí:

Siempre he querido iniciarme en el mundo de You Tube ya que gracias a las vídeo recetas aprendí muchas cosas y pensé en aportar mi granito de arena para que ahora los demás puedan aprender como yo lo hago gracias a vídeos, libros y otros blogs. Soy consciente de que podría ser mejorable pero es mi primer vídeo y estaba nerviosilla... supongo que con el tiempo iré cogiéndole el truco. 
Por último darle la gracias a mi informático personal que es el que se encargará de toda la edición de los vídeos, sin él me hubiera sido imposible.
Intentaré subir vídeo recetas siempre que pueda pero de momento no todas las que publique por aquí podrán ir acompañadas de vídeo... ¡Tiempo al tiempo!
De momento espero que disfrutéis con esta receta tanto como yo.

"Cupcakes de coco y piña"


Ingredientes para el bizcocho  (para 9 unidades):

• 125 g de azúcar
• 1 huevo
• 60 ml de aceite de girasol
• 30 g de coco rallado
• 60 g de piña en almibar en trocitos
• 125 g de harina
• 1 cucharadita de levadura en polvo tipo royal
• 80 ml de leche de coco

Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo.
Preparamos nuestra bandeja de cupcakes rellenando cada hueco con las capsulas de papel.
Comenzamos batiendo el huevo junto al azúcar hasta que la mezcla claree y aumente su volumen. Añadimos el aceite poco a poco mientras seguimos batiendo y a continuación el coco rallado.

Continuamos añadiendo los trocitos de piña batiendo lo justo hasta que se integren en la mezcla.
Tamizamos la harina junto a la levadura y la añadimos a la maza. Mientras batimos añadimos por último la leche de coco poco a poco hasta que nos quede una masa lisa y sis grumos. No hay que pasarse batiendo, de lo contrario obtendríamos unos bizcochos apelmazados y eso no lo queremos.
Hornearemos unos 20 minutos o hasta que al introducir un palillo o cuchillo este salga limpio sin restos de bizcocho.
Sacamos del horno y dejamos enfriar unos 5 minutos hasta que la bandeja no queme y podamos sacar los cupcakes dejándolos enfriar por completo sobre una rejilla.

Preparamos un almibar para mojar con él la superficie de los cupcakes con la ayuda de una cuchara o pinlcel de cocina.


Ingredientes para el almibar:

• 30 g de azúcar
• 30 ml de agua
• Un chorrito de ron (opcional)

Calentamos en un cazo o en el microondas todo junto hasta que el azúcar se disuelva y empiece a hervir. Si queréis notar un poco mas el sabor a ron, podéis añadirlo cuando retiremos el almibar del fuego, de esta forma el alcohol no se evaporará.

Una vez tengamos los cupcakes frios y almibarados paramos a preparar la buttercream (crema de mantequilla) para decorar.

Incredientes para la buttercream de piña:

• 200 g de icing sugar o azúcar glass
• 200 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
• 2 cucharadas de mermelada de piña o una cucharadita de piña en pasta o en esencia.

Tamizamos en un bol con una batidora de barillas o robot el icing sugar o azucar glass y batimos junto a la mantequilla primero un minuto para que no vuele el azúcar y se nos poga todo perdido y a continuación a toda velocidad unos 4 minutos o hasta que nos quede una mezcla clarita y cremosa. Por último añadimos la mermelada de piña y batimos un minuto mas.

Introducimos nuestra crema en una manga pastelera con una boquilla 1M de wilton (o la que tengáis con forma de estrella) y decoramos cada cupcakes.
Para finiquitar espolvoreamos cada cupcake con un poco de coco rallado.

Yo les puse unas sombrillitas de coktail para darles un aire mas veraniego ¡No me diréis que no quedan chulos eeh!

¡Un besito y a ser felices!

Tarta de queso y limón sin horno

¿ No os ha pasado que tenéis una comida familiar en verano o que os apetece mogollón tomar algo dulce pero fresquito y que no empalague? Pues os traigo la solución perfecta: Una tarta de queso sin horno ni complicaciones, con un sabor suave pero a la vez refrescante a limón, un textura esponjosa casi como la de una mousse y una capita fina de chocolate blanco en la superficie que nos dará ese contraste de sabores perfecto.



Es tan sencilla de hacer que no os dará pereza para nada porque en una tardecita de calor y aplatane total la tendréis lista y ya os digo yo que repetiréis mas de una vez ¡ Yo en este verano ya he hecho 3! y las que me quedan...



Lamento que en pocas ocasiones pueda hacer fotos decentes del corte de las tartas pero me resulta casi imposible porque la mayoría son para regalar o llevar a los amigos o familia ya que una tarta solo para nosotros dos es mucho. Me da mucha pena porque hay tartas en las que el corte es una pasada. Espero para futuras recetas poder dejaros una fotito. De momento os dejo con esta riquísima receta.

"Tarta de queso y limón sin horno"

Ingredietes: Para un molde de 18 a 20 cm de diámetro

Para la base de galleta:

• 150 g de galletas tipo maría o digestive
• 50 g de mantequilla

Para la tarta de queso:

• 250 g de queso crema tipo philadelphia
• 200 ml de nata para montar
• 250g de leche condensada
• 100 ml de zumo de limón
• 60 ml de agua fría
• 1 cucharada de gelatina neutra en polvo
• 1 cucharadita de extracto de vainilla

Para la capa superior:

• 150 g de chocolate blanco para postres
• 90 ml de nata para montar
• virutas de chocolate o ralladura de limón para decorar

Comenzamos preparando la base de galleta de la tarta triturando las galletas y derritiendo la mantequilla en el microondas. Lo ponemos en un bol y mezclamos hasta que quede con una consistencia arenosa pero que al apretar un poco se compacte. Lo pasamos al molde repartiendo bien la mezcla por toda la base apretando y dejando compacta la galleta. Reservamos en la nevera mientras preparamos en relleno.

En el recipiente donde tenemos el agua fría añadimos la gelatina en polvo, mezclamos un poquito y reservamos 10 minutos para que se hidrate la gelatina ( quedará con una consistencia como de esponja).

En un bol amplio batimos el queso crema un poco con una batidora de varillas, añadimos la leche condensada y seguimos batiendo. Añadimos la nata bien fría y seguimos batiendo una par de minutos mas hasta que la mezcla parezca medio montada.

Calentamos el zumo de limón un poco menos de un minuto en el microondas y le añadimos la gelatina ya hidratada mezclando bien hasta que esta se disuelva por completo, añadimos la vainilla y dejamos entibiar un poco para no añadirlo caliente a la mezcla porque se nos estropearía. Podemos meterlo unos 5 minutos al congelador y listo.

Añadimos la mezcla del zumo de limón a la del queso poco a poco mientras batimos y continuamos batiendo un par de minutos mas ( no hay que pasarse porque se nos podría cortar la nata).

Pasamos el relleno al molde que teníamos en la nevera con la base de galleta sin llegar hasta arriba del todo ya que tendremos que ponerle después la capa superior. Movemos un poquito el molde para que el relleno se reparta bien y guardamos una hora en la nevera.

Para la capa superior calentamos la nata un minuto en el microondas y le añadimos el chocolate blanco troceado, dejamos reposar un minuto y mezclamos bien hasta que no queden grumos. Dejamos entibiar un poquito y lo repartimos por toda la parte superior de nuestra tarta. Tapamos con film transparente sin que toque la superficie de la tarta y reservamos en la nevera al menos 4 horas antes de desmoldar aunque yo os aconsejaría dejarla toda la noche si podéis.

Decoramos al gusto, desmoldamos y a disfrutarla.
Otra opción es meterla en el congelador una horita para tomarla aun mas fresquita, ya que nos queda una tarta medio helada y también está riquísima.

Cuidaros y besoteeesss.