domingo, 5 de junio de 2016

Natillas de chocolate y Oreo







Si os apetece sorprender a alguna visita con un postre fácil y delicioso esta es vuestra receta. Si sois amantes del chocolate es vuestra receta. Si sois amantes de las oreo es vuestra receta. Si estáis empezando con la repostería es vuestra receta y si os apetece hacer algo sin tener que encender el horno con estos calores que ya empiezan también...vamos que se mire por donde se mire es una de esas recetas ideales para cualquier momento, súper rápida, facilona y ultra mega rica.





La mezcla de texturas con la cremosidad de las natillas y el crujiente que le aportan las oreo es increíble y ni hay que decir que a los niños les chifla.






Dicho esto creo que los motivos para hacer estas deliciosas natillas abundan y las excusas no...asi que ¡Vamos a ello!






"Natillas de chocolate y Oreo"

Ingredientes:

  • 4 yemas de huevo
  • 120 g de azúcar
  • 150 g de chocolate negro para postres
  • 600 ml de leche
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 15 g de maicena
  • 6 galletas oreo (o la cantidad  que prefiráis, realmente es al gusto de cada uno)

Comenzamos calentando la leche en una cacerola pequeña junto a la vainilla y el chocolate removiendo hasta que el chocolate se derrita totalmente. Apartamos del fuego antes de que comience a hervir y reservamos dejando que la mezcla se enfríe un poco.
Seperamos las yemas de las claras y reservamos las claras que podremos utilizar para otras recetas (no mas de un par de dias en la nevera o congelamos)
Batimos las yemas con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva mas clarita. Añadimos y mezclamos la maicena.
Añadimos la mezcla de leche con chocolate a la de las yemas poco a poco intentando remover a la vez y cuando esté todo integrado volvemos a poner a calentar a fuego lento moviendo sin parar hasta que la mezcla espese. Sabremos que las natillas están listas cuando al remover veamos el fondo del cazo.
Servimos en los recipientes elegidos, partimos las oreos en trocitos poniendo unos pocos en el interios y otros por encima de cada uno.

Dejamos enfriar a temperatura ambiente, cubrimos con film transparente o papel aluminio y reservamos en la nevera al menos un par de horas antes de consumirlas.





Ya os digo que no tienen nada que ver con las compradas, que aunque también estén ricas, ya veréis que son sabores distintos ¡Os aseguro que repetiréis!

Espero que las disfrutéis tanto como yo. Besitos!!