domingo, 27 de marzo de 2016

Huevo de Pascua de chocolate blanco y Oreo







Hoy más que una receta os traigo un tutorial súper sencillo. Así que aunque no tengáis ninguna experiencia en repostería no tenéis excusa para hacerlo. Solo necesitáis unos moldes específicos como estos que los venden en tiendas especializadas de repostería, es la única pega, pero ya se sabe que estas tiendas en los últimos años se han expandido bastante y seguro que en vuestro barrio tenéis alguna y sino por internet hay un montón.




Son de acetato, un material que es bastante frágil, de plástico de toda la vida y hay que ser cuidadosos con él pero curiosamente hace que el chocolate se delmolde muy fácilmente y le da un brillo muy bonito.



Para que sea un huevo de pascua algo diferente a lo que todos conocemos decidí hacerlo de chocolate blanco y Oreo, que está extremadamente bueno y lo hace más original, además no tiene mucha más dificultad que los de chocolate de siempre, simplemente es añadirle un poco de Oreo trituradas al chocolate fundido.
Os dejo con el tutorial y mis pollitos con cara de psicópatas.




"Huevo de Pascua De chocolate blanco y Oreo"

Ingredientes:

  • 150 g aproximadamente de chocolate blanco para postres
  • 2 o 3 galletas Oreo
  • Un puñados de lacasitos, bombones, conguitos...lo que tengáis por casa para ponerlos dentro del huevo como sorpresa.

Comenzamos fundiendo el chocolate de la manera más sencilla, lo troceamos y lo ponemos en un bol, lo llevamos al microondas de 20 en 20 segundos removiendo entre medias hasta que se funda por completo. Ojo con no dejarlo mucho tiempo en el microondas porque el chocolate blanco se quema fácilmente.
Por otro lado, retiramos el relleno de las galletas con un cuchillo, solo necesitamos la galleta en sí. Las trituramos con un robot triturador (como los que vienen con las batidoras de toda la vida) y si no tenemos, las metemos en una bolsa y las golpeamos con un rodillo, botella o cualquier objeto contundente que encontréis, esto viene bien para quitarse un poco de estrés también.
Añadimos al chocolate fundido una cucharadita aproximadamente de las galletas trituradas y mezclamos.





Antes de que nos pueda la tentación de comérnoslo a cucharada limpia, vertemos un poco de chocolate generosamente en cada uno de los moldes y lo extendemos rápidamente con una espátula de silicona de cocina, un pincel o una cuchara para ayudarnos a que llegue el chocolate a todo el molde y no dejemos ningún huevo sin rellenar. Hay que ser rápidos porque se nos enfría muy deprisa y se nos haría la tarea más complicada.
Una vez rellenos, limpiamos los bordes y dejamos enfriar boca abajo. Yo los metí en la nevera y en nada los tuve listos.
Cuando el chocolate haya solidificado volvemos a repetir la misma operación aplicando otra capa de chocolate de la misma manera en cada molde para que no nos salga un huevo demasiado frágil.
Los volvemos a llevar a la nevera durante unos 15 minutos y ya podremos desmoldarlos dándoles la vuelta y presionando un poco.
Para juntar las dos mitades, si queremos ser cuidadosos y no dejar nuestras huellas en el huevo o que se nos derrita con el calor de las manos, es muy buena opción ponerse guantes de goma o silicona.
Ponemos el puñado de los dulces que hayamos elegido para el relleno en una de las mitades del huevo.

Juntamos las dos mitades y con el chocolate fundido que nos haya sobrado (que habremos tenido que volver a fundir un poco en el microondas) y ayudándonos con una cucharita bordearemos todo el huevo cubriendo los huequitos o desigualdades que hayan podido quedar.
Dejamos secar sobre un vaso o cuenquito y guardamos en una bolsita para regalarlo o nos lo zampamos para ver si ha salido bien y ya si eso lo volvemos a repetir... que antes hay que dar el visto bueno ¿No? jajajaja.

Realmente es muy sencillo hacerlo, creo que he tardado más en explicároslo por aquí de lo que vais a tardar en tenerlo hecho.



Os dejo con mi pollito rosa borroso-cara de asesino-psicópata-dueño y guardián del huevo.
Espero que hayáis disfrutado de estos días y que os animéis a probarlo, que como siempre digo, tenemos tooodo el año para disfrutar de estos dulces que aunque tienen sus fechas típicas...que más daaa oye!

Besitos y a ser felices.