domingo, 7 de septiembre de 2014

"Tarta de boda" Chocolate blanco, frambuesa y crema de queso.




Esta fue una tarta muy especial para mí. Fue todo un reto en el que, según le daba vueltas al embolado en que me había metido, mas me ponía de los nervios, de hecho, estuve nerviosa justo hasta el momento en el que sacaron la tarta. Seguidamente, al ver que todo estaba bien, solo me invadió una sensación de alegría, tranquilidad y orgullo al ver que yo sola había conseguido hacer algo así y al escuchar elogios hacia la tarta sin apenas nadie saber que fui yo quien la hice.
Pos un lado me sentía totalmente capaz de hacerla pero por otro sentía que era mucha responsabilidad ya que la tarta, es una de las cosas más especiales en una boda.

Finalmente, le eché narices y elaboré una receta digna de aquel día, pensé una decoración especial, seguí las pocas indicaciones de los novios: que lleve chocolate blanco y que no sea de fondant. Esto me dio una libertad enorme así que finalmente decidí hacer un curso de flores de azúcar que me vino genial ya que tenía muchas ganas hacerlo, aprendí mucho y le cogí el gustillo a eso de hacer flores. Con suerte para el próximo año me lanzo a por el título de flores de PME.




Sabía que a la novia le gustaba el color morado así que hice algunas flores en ese color y puse arcos de glasa real al rededor de la tarta del mismo color.
Quedó buenísima, bonita, elegante...los novios quedaron contentos y yo orgullosísima con mi trabajo.
Aquí os presento la receta que, si os animáis ha hacerla, no tiene mucha complicación, solo el lío de tener que hacer 3 cremas distintas, pero merece la pena porque la mezcla de sabores es increíble, la frambuesa compensa al dulzor de la crema de queso y el chocolate blanco.
Os he adaptado la receta para una tarta de 20 a 22 cm de diámetro para un cumpleaños, una comida familiar...o devorarla vosotros mismos.




"Tarta de chocolate blanco, frambuesa y crema de queso"

Bizcocho de vainilla:

Ingredientes (para un molde de 20  22 cm)

  • 200 ml de aceite refinado de girasol
  • 200 g de azúcar
  • 5 huevos tamaño M o 4 L
  • 200 g de harina
  • 1 cucharadita de levadura en polvo
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta o en extracto

Comenzamos precalentando el horno a 180º con calor arriba y abajo.
Rociamos con spray desmoldante nuestro molde o untamos con mantequilla y espolvoreamos con harina si no tenemos este spray.
Tamizamos la harina junto con la levadura y reservamos.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que tomen un color mas blanquecino y hayan aumentado su tamaño, entonces vamos añadiendo el aceite poco a poco sin dejar de batir. Añadimos la vainilla y  por último incorporamos la mezcla de harina y levadura en dos tandas hasta que no queden grumos.
Horneamos unos 45 min o hasta que al pinchar con una brocheta o cuchillo este salga limpio.
Dejamos enfriar por completo en una rejilla y desmoldamos.
Cortamos en 3 capas nuestro bizcocho  y rellenamos primero con la trufa de chocolate blanco y después con la nata de frambuesa. Antes de cada relleno, pintaremos con almíbar de vainilla cada capa de bizcocho, así estará aun mas jugoso.

Almíbar de vainilla:

  • 100 ml de agua
  • 100 de azúcar
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta o en extracto

Calentamos en un cazo el agua con el azúcar hasta que hierva. Incorporamos la vainilla, mezclamos y dejamos enfriar.

Trufa de chocolate blanco:

  • 200 g de chocolate blanco de cobertura
  • 200 ml de nata vegetal

Yo utilicé nata vegetal porque aguanta firme mucho más tiempo, es mas segura y para mí tiene mejor sabor.  Tenemos que tener en cuenta que la tarta tiene que aguantar el peso de la decoración y la crema de queso de la parte exterior así que yo recomiendo usar esta nata que la encontraréis en tiendas especializadas de repostería o e internet, también se puede usar nata normal, aunque nos arriesgamos a una menor estabilidad.

Calentamos en un cazo la nata hasta de rompa a hervir, apartamos del fuego y añadimos el chocolate removiendo hasta que se derrita  por completo y nos quede una ganache. Dejamos templar un poco, la vertemos en un bol y tapamos con papel film de manera que el papel toque la crema para que no se forme costra. Llevamos a la nevera por al menos 3 horas, aunque lo recomendable y como yo hago es por un día entero.
Sacamos nuestra ganache de chocolate blanco de la nevera y ahora la vamos a convertir en trufa simplemente batiéndola con nuestra batidora de varillas hasta que monte como la nata.

Pintamos nuestra primera capa de bizcocho con almíbar, rellenamos con nuestra trufa, ponemos la siguiente capa de bizcocho, volvemos a pintar con almíbar, rellenamos con nuestra nata de frambuesa, ponemos la última capa de bizcocho y guardamos en la nevera mientras hacemos la crema de queso.

Nata de frambuesa:

  • 200 ml de nata vegetal
  • 1 cucharadita de pasta de frambuesa

Montamos la nata con una batidora de varillas y justo un poquito antes de que termine de montar añadimos la frambuesa para que se incorpore.

Crema de queso:

  • 250 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 250 g de queso crema tipo Philadelphia FRIO
  • 500 g de icing sugar ( en su defecto puede valer azúcar glass pero queda mejor con el icing)

Batimos con una batidora de varillas la mantequilla con el icing sugar y pasados un par de minutos añadimos el queso, este siempre debe de estar frío, recién sacado de la nevera. Seguimos batiendo unos 7 minutos y metemos en la nevera para que endurezca un poquito y sea más manejable, unos 10 minutos.
Reservar una parte de la crema en una manga pastelera en la nevera también para decorar al final.
Cubrimos nuestras tarta con un capa fina de crema de queso y metemos en la nevera unos 10 minutos.
Volvemos a cubrir con otra capa más gruesa y decoramos.
Ponemos las flores de azúcar justo antes de presentar la tarta ya que en la nevera no pueden estar porque se nos estropean.

Por último dar mil gracias a los novios que me dieron la oportunidad de enfrentarme  este maravilloso reto y que confiaron en mí para su día más importante.


¡Besoteess!