Hoy os traigo una receta sorprendente, tanto por su sabor suave y esponjoso como por los pocos ingredientes que lleva, tan sólo 3: Huevos, chocolate blanco y queso crema.
Hace un tiempo este cheesecake japonés se hizo famoso en internet. Veía su receta en cada blog y canal de Youtube de repostería, así que finalmente me decidí a hacerla... y desde entonces la he hecho muchas veces porque es perfecta tanto como para tener un detalle con alguien, para una celebración o para comerla en casa.
El único inconveniente que tiene es que necesitamos una batidora eléctrica de varillas para poder montar las claras ya que el aire que le metamos a la masa va a hacer que suba en el horno y quede esponjoso.
"Cheesecake Japonés con 3 ingredientes"
Ingredientes: (Para un molde redondo de 15 ó 18 cm de diámetro. Si el vuestro es más grande tendréis que doblar las cantidades)
- 140 g chocolate blanco
- 140 g queso crema tipo Philadelphia
- 3 huevos L
Untamos el fondo y las pareces del molde con mantequilla y con papel de hornear. El molde deberá ser preferentemente estanco,osea que no sea desmontable, porque vamos a hornear la tarta al baño maría y no queremos que se nos cuele nada de agua. En mi caso el que siempre utilizo para esta receta es uno redondo y alto de cristal de 15 cm de diámetro apto para horno. Si vuestro molde es desmontable podéis forrarlo por fuera muy bien con papel aluminio para evitar filtraciones.
Precalentamos el horno con calor arriba y abajo a 170º
Derretimos al baño maría el chocolate blanco con cuidado ya que éste es más delicado que el negro y se nos puede quemar así que removemos constantemente para ayudar a que se derrita mejor. Cuando esté derretido apartamos y dejamos templar mientras separamos las yemas y las claras de los huevos poniendo las claras en un bol mediano y las yemas en otro.
Montamos las claras a punto nieve con una batidora de varillas, esto quiere decir que las montamos hasta que formen picos y surcos firmes. Reservamos.
Añadimos el queso crema al chocolate blanco y batimos con las varillas hasta que quede una crema lisa, añadimos las yemas que habíamos separado e integramos igual. Nos quedará como una crema.( Si se nos queda una masa demasiado densa es porque el chocolate ha endurecido así que la pondremos un pelín al baño maría como hicimos en un principio con el chocolate. Esto para que la mezcla se suavice un poco pero que no se llegue a calentar).
Añadimos una cucharada de las claras montadas al bol de la crema y mezclamos. Esto lo haremos para que la masa sea más ligera y el resto de las claras se integren mejor.
Añadiremos las claras en 3 veces incorporándolas a la masa con movimientos suaves y envolventes para que no se valla el aire. En este paso es importante tener paciencia y usar una lengua repostera, cuchara de madera...algo que no sean varillas porque no queremos batir en exceso la mezcla, sólo que las claras queden bien integradas en la masa, pero insisto, es importante que el aire no se nos valla.
La volcamos en el molde y movemos un poquito para que la masa se asiente. Lo metemos dentro de un recipiente más grande (fuente o bandeja de hornear... lo que tengáis apto para horno)con unos 3 dedos más o menos de agua caliente. Esto hará que se cocine al baño maría. Introducimos todo al horno y hornearemos 15 minutos a 170º, pasado este tiempo hornearemos otros 15 minutos más bajando la temperatura a 160º. Después apagaremos el horno y dejaremos dentro la tarta 15 minutos más. Por último dejaremos la puerta del horno entreabierta dejándolo unos minutos más dentro para que al sacarlo, el contraste de temperatura no sea tan fuerte y no se nos baje tanto la tarta. Aún así es normal y puede pasar que al sacarla del horno algo baje según se enfría pero no pasa nada.
Dejaremos enfriar por completo fuera del horno sobre una rejilla. Desmoldamos con mucho cuidado ya que es muy frágil así que podemos ayudarnos pasando un cuchillo por alrededor si vemos que está pegado a las paredes, por eso yo prefiero poner además de la mantequilla, papel de hornear para así desmoldar mejor.
Conservamos en la nevera y servimos con nata,mermelada,chocolate... hay mil maneras de acompañarla pero ya ella solita está de muerte.
Espero que la disfrutéis y si tenéis alguna duda podéis dejármela escrita aquí abajo en comentarios o por mi página de facebook y os la resolveré encantada.
¡Un besito y a ser felices!
Llega Semana Santa y por estas fechas todos nos ponemos como locos a hacer torrijas, cada cual a su manera... o como nos han enseñado nuestras madres.
Es uno de los sabores de toda la vida, de esos que te llevan a la infancia, cuando llegaban las vacaciones y tu madre hacía torrijas como para un regimiento y ese olor tan increíble que inundaba toda la casa.
Como con todos los dulces hay quien se decide a darle una vuelta y experimentar. De chocolate... natillas...nata...colacao... o las típicas de leche, vino, almibar... Cada vez hay mas variedades. Así que os animo a hacer esta (a parte de la receta de vuestra madres, que nunca puede faltar y yo me he dejado otra barrita de pan para hacerlas también, por supuestísimooo).
"Torrijas de Oreo"
Ingredientes:
- 1 barra de pan del día anterior o especial para torrijas
- 2 huevos
- 10 galletas Oreo ( y unas pocas más para ponerlas por encima en trocitos)
- 400 ml de nata líquida para postres
- 400 ml de leche
- 4 cucharaditas de queso crema tipo Philadelphia
- 3 chucaradas rasas soperas de azúcar
Cortamos el pan en rebanadas de unos 2 cm.
Quitamos el relleno de las 10 Oreo y reservamos.
Trituramos las galletas y las ponemos en un plato.
Batimos con la batidora de brazo la leche junto la nata, el azúcar,el relleno de las galletas y el queso crema. Podemos la mezcla en un plato o bol.
Batimos los huevos con un tenedor en un plato.
Ponemos abundante aceite a caletar en una sarten a fuego medio.
Comenzamos a preparar cada torrija prmeramente empapándola un par de segundos por cada cara en la mezcla de leche, nata y demás. Seguidamente rebozamos por el huevo y la freimos un par de mitunos por tcada lado.
Repetimos esta operación con lada rebanada de pan dejándolas enfriar un poco en un plato grande con papel absorbente para deshacernos del aceite sobrante.
Cuando tengamos todas nuestras torrijas fritas las rebozamos bién por la galleta triturada y ponemos por encima trocitos de galleta. Conservamos en la nevera no más de unos 3 días, aunque ya os digo yo que no van a durar tanto sin comerse. Si os gustan más empapadas podemos ponerlas en una fuente grande con el preparado de la leche que nos haya sobrado añadiendo un poquito más de leche si fuera necesario.
Si tenéis alguna duda no dudéis en dejármelo escrito aquí abajo en comentarios o por mi página de facebook.
Os aseguro que están de muerte y el contraste de lo cremoso del interior con el crujiente de las galletas que lleva por encima es brutal. Así que apuntaros bién la receta porque váis a repetir seguro cuando las probéis y si tenéis niños en casa ya podéis prepararos.
¡Un besito y a ser felices!
Esta tarta ha conseguido hacerse un hueco en cada vez más pastelerías y cafés. No sólo por llamar la atención por llevar cerveza negra entre sus ingredientes, sino también por su sabor increíble a chocolate y su esponjosidad.
Esa esponjosidad tan única precisamente es lo que le aporta la cerveza negra, de la cual la marca más conocida es Guinness y no, no hay que preocuparse por que la coman los niños porque el alcohol se evaporará ya que la calentaremos durante la receta.
En mi caso la hice sin cubrir de crema por los laterales, a las tartas presentada de esta manera se les llama "naked cake" que en español sería "tarta desnuda". También la decoré con galletitas saladas que e da un contraste de muy chulo y unos sprinkles verdes por encima pero por supuesto que vosotros podéis decorarla y cubrirla de crema a vuestro gusto.
"Tarta de chocolate y Guinness"
Para el bizcocho
Ingredientes: (Para un molde de 18 cm de diámetro)
- 200 g mantequilla sin sal
- 200 ml cerveza negra Guinness (o la marca que encontréis)
- 70 g cacao puro en polvo
- 320 g azúcar blanco
- 2 huevos M
- 100 ml leche
- 1 cucharadita de zumo de limón
- 1 cucharadita de vainila en pasta o en esencia
- 220 g harina común de todo uso
- 1 cucharadita y media de levadura química en polvo o bicarbonato sódico.
Engrasamos el molde con mantequilla y espolvoreamos con harina. También podemos usar spray desmoldante si tenemos.
Prealentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo.
Podemos la leche en un vaso con el zumo de limón dejándolo reposar unos 10 minutos mientras elaboramos el resto de la receta. Con esta mezcla conseguiremos una leche como cortada, lo que se llama buttermilk casera, su objetivo es darle mayor jugosidad al bizcocho.
Calentamos en un cazo la cerveza con la mantequilla removiendo hasta que esta se derrita por completo. Retiramos del fuego y añadimos el cacao en polvo mezclando con unas varillas hasta que se integre por completo y seguidamente hacemos lo mismo con el azúcar.
A continuación pasamos la mezcla a otro bol y usamos una batidora de varillas para batir la mezcla a la que le añadiremos los huevos, la vainilla en pasta y el harina y la levadura o bicarbonato tamizados previamente. Batimos hasta que no queden grumos. Podemos hacer todos estos pasos con unas varillas de mano o el utensilio del que dispongamos si no tenemos batidora de varillas.
Vertemos la masa en el molde y horneamos de 50 a 60 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta o cuchillo este salga limpio. El tiempo de horneado depende del tamaño del molde que usemos. Si vemos que se nos empieza a tostar demasiado por arriba pero por dentro aun no está hecho, podemos cubrirlo con un trozo de papel de aluminio por encima.
Una vez horneado dejamos enfriar sobre una regilla hasta que no nos quememos al tocarlo. Desmoldamos con cuidado y dejamos enfriar por completo sobre la rejilla.
Para el relleno de Buttercream de queso crema
Ingredientes:
- 125 g mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 300 g icing sugar o azúcar glass
- 125 g queso crema frío tipo Philadelphia
Con una batidora de varillas batimos la mantequilla con el icing sugar tamizado previamente unos 5 minutos. Añadimos el queso crema recién sacado de la nevera y seguimos batiendo unos 3 minutos.
Metemos en la nevera unos 15 minutos para que coja consistencia, no mucho más porque quedaría demasiado sólida y queremos que sea manejable.
Mientras, con ayuda de un cuchillo, dividimos el bizcocho en tres capas. Si nuestro molde era más grande lo cortaremos sólo en dos.
Introducimos la crema en una manga pastelera y rellenamos y cubrimos la tarta a nuestro gusto.
Para finalizar decoramos con unas galletitas saladas.
Si tenéis alguna duda no dudéis en dejármelo escrito aquí abajo en comentarios o por mi página de facebook.
El sabor tan intenso a chocolate junto a la crema de queso del relleno hacen que no se aprecie en absoluto el de la cerveza, aunque hay quien dice que sí lo nota, si no les dices que la lleva ni se dan cuenta. Una vez la probéis pasará a ser una de vuestras tartas favoritas.
¡Un besito y a ser felices!
Esta receta está basada en la que más conocemos: Rollos de canela o Cinnamon Rolls. Que como su propio nombre indica, su relleno es un preparado de canela además de azúcar moreno y mantequilla. Y aunque me chifla la canela decidí probar a rellenarlos de Nutella y avellanas en trocitos.
Después de probarlos no puedo decir absolutamente nada malo de esta idea ¿O acaso algo que lleve Nutella puede estar malo? ¡Nuca! Además del puntito crujiente y extra de sabor que le dan los trocitos de avellanas los hace ser perfectos.
Para mí personalmente cuando mejor están es templados sin que lleguen a enfriarse del todo después de hornear o dándoles unos segunditos en el microondas, pero eso ya va al gusto de cada uno.
Aviso que es una receta muy fácil pero que lleva su tiempo como todas las recetas de bollería y pan, ya que tiene sus tiempos de reposo para que la levadura de panadería se active. Pero ya os digo que merece muchísimo la pena la espera por que como la bollería hecha por vosotr@s mism@s no probareís ninguna.
"Rollos de Nutella"
Ingredientes:
- 2 huevos L
- 80 g azúcar
- 200 ml leche
- 6 g levadura seca de panadería
- 500 g harina todo uso
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de vainilla en pasta o esencia
- 60 g mantequilla a temperatura ambiente en trocitos
- 250 g de Nutella aprox.
- 1 puñado de avellanas en trocitos
En mi caso hice la masa con amasadora pero se puede hacer perfectamente a mano en un bol amplio y una cuchara de madera o espátula de silicona hasta que al añadir la harina tengamos que empezar a amasar con las manos con harina espolvoreada en estas, así haremos un poquito de ejercicio que no viene mal.
Batimos con unas varillas los huevos junto al azúcar y a continuación añadimos la leche, la vainilla y la levadura seca. Continuamos batiendo hasta que la levadura se halla disuelto.
Con ayuda de un colador tamizamos la harina y la sal añadiéndola a la mezcla. En este momento las varillas ya no podremos usarlas ya que la masa será demasiado densa y nos ayudaremos con el gancho amasador de la batidora si disponemos de él y sino con las manitas.
Amasamos unos 10 minutos y añadimos la mantequilla. Volvemos a amasar otros 10 minutos. Si pasado este tiempo la masa es pegajosa podemos añadir un pelín más de harina. Hacemos una bola con la masa.Untamos de aceite un bol grande, ponemos dentro nuestra masa, tapamos con un trapo o film transparente y dejamos reposar al menos dos hora en un lugar cálido. Si no tenemos prisa y queremos hacer el resto de la receta al día siguiente podemos guardarla en la nevera para que valla levando mas lentamente.
Cuando veamos que la masa al menos haya doblado su volumen la sacaremos del bol, esparciremos un poco de harina en la encimera y amasaremos un par de minutos hasta sacarle todo el aire a la masa.
Con un rodillo aplanaremos la masa hasta formar un rectángulo grande de 0,5 cm aproximadamente de grosor.
Calentamos la Nutella unos 30 segundos en el microondas para poder manejarla mejor y la untamos por todo el rectángulo menos por el borde de uno de los lados mas largo ya que este será el cierre de nuestro rollo. Espolvoreamos las avellanas en trocitos por toda la base y enrollamos la masa por el lado más largo del rectángulo hasta llegar al lado que habíamos dejado sin relleno, este lo pincelamos con un poquito de leche y así nos hará de pegamento para que no se nos abra nuestro súper rollo.
Cortamos con un cuchillo bien afilado o con hilo dental (yo he probado con el hilo dental y se hace de maravilla para que no pierdan la forma circular) el rollo en trocitos de 1,5 cm aproximadamente y los vamos poniendo en una bandeja de horno con papel del hornear dejando mucho espacio entre ellos, yo los hice de 6 en 6. Esto es si queréis hacerlos individuales, pero también los podéis colocar juntitos en un molde para tartas redondo, cuadrado o rectangular. Esta manera de hacerlos tiene unos 10 minutos más de horneado pero el resultado es precioso, quedará como una especie de bizcocho que tendremos que ir cortando porciones (cada rollo sería una porción) y nos durará mas tiempo tierno. Yo esta vez opté por la idea de hacerlos idividuales para congelar unos cuantos después.
Tapamos con un trapo y dejamos reposar nuestro rollitos una hora.
Precalentamos el horno a 190º mientras pincelamos los rollitos con leche para que al hornearse se doren un poquito.
Horneamos 20 minutos o hasta que veamos que han crecido y se han dorado.
Sacamos del horno y dejamos reposar la bandeja encima de una rejilla 10 minutos y pondremos después cada rollo directamente en la rejilla hasta que se efríen por completo.
Si queremos ponerles por encima el glaseado sólo hay que mezclar con unas varillas en un bol pequeño unos 100 g de azúcar glass con 4 cucharadas de leche. Iremos añadiendo la leche poco a poco mientras mezclamos hasta obtener la consistencia deseada y no nos quede demasiado lìquido.
Cuando los rollos estén fríos bañamos por encima con la cantidad de glaseado que más nos guste. Yo lo hice en forma de hilitos para darle un toque pero sin pasarse. Pero si somos amantes del glaseado podemos bañarlos directamente como si fueran doutts.
Podéis congelarlos envolviendolos de uno en uno en papel film previamente y cuando queráis comerlos, los sacaís del congelador y se hornean unos 5 minutos a 180º
Espero que os gusten y disfrutéis haciéndolos tanto como yo. Y si tenéis alguna duda no dudéis en dejarmelo escrito aquí abajo en comentarios o por mi página de facebook.
¡Un besito y a ser felices!
Parece que empezamos la dieta navideña fuerte porque esta vez os traigo una tarta un poquito laboriosa (pero no muchoo) para que os luzcáis en estas fechas con la familia.
Y es que ya va siendo hora de que nos luzcamos también con el postre y esta tarta es una opción mas que válida porque... ¿A quién lo le gustan los Ferrero Rocher?
El bizcocho tiene un sabor muy intenso a chocolate mietras que la suavidad y delicadeza de la crema inglesa recuerda al sabor de estos bombones en los que está inspirada la receta.
"Tarta Ferrero Rocher"
Ingredientes para el bizcocho:
- 2 huevos
- 400 g de azúcar
- 60 ml de aceite de girasol
- 250 ml de leche
- 1 cucharadita de vainilla en pasta o esencia
- 225 g de harina común de todo uso
- 90 g de cacao puro en polvo sin azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita y media de levadura en polvo
- 1 cucharadita y media de bicarbonato sódico
- 235 ml de agua muy caliente
Comenzamos engrasando el molde que vayamos a usar con spray desmoldante o mantequilla. En mi caso usé dos moldes redondos de 18 cm de diámetro bajitos.
Precalentamos el horno a 170º. Con una batidora de varillas o varillas de mano batimos los huevos con el azúcar, incorporamos el aceite, la leche y la vainilla mezclando cada ingrediente uno a uno. Tamizamos en un bol aparte la harina, el bicarbonato, la levadura, la sal y el cacao en polvo y lo añadimos a la mezcla poco a poco mientras batimos y por último añadimos el agua caliente. Seguimos mezclando hasta que se vea una masa lisa sin grumos. La repartimos en los moldes y horneamos unos 35 minutos o hasta que al pinchar los bizcochos con un palillo o cuchillo este salga limpio sin restos de masa.
Dejamos templar los bizcochos sobre una rejilla y desmoldamos cuando al tocar los moldes no nos quememos.
Dejamos enfriar por completo los bizcochos, mejor de un día para otro para poder manipularlos sin peligro de que se nos rompan. Pasado este tiempo les cortaremos "la pancita" superior para nivelarlos.
Mientras podemos hacer la maravillosa crema inglesa que los cubrirá.
"Crema inglesa de avellana y Nutella"
Ingredientes:
- 4 yemas de huevo
- 55 ml de agua
- 175 g de azúcar blanco
- 280 g de mantequilla sin sal
- 2 cucharaditas de avellana en pasta (a la venta en tiendas especializadas de repostería)
- 2 cucharadas de Nutella
Comenzamos haciendo un almíbar poniendo a hervir en un cazo el azúcar y el agua a fuego medio y sin remover hasta que alcance los 120º ( esto lo sabremos mediante un termómetro de azúcar, si no tenemos, lo retiraremos del fuego cuando lleve hirviendo unos 2 minutos).
Mientras se prepara el almíbar batiremos un poco las yemas a velocidad baja con una batidora de varillas y a continuación iremos añadiendo el almíbar despacio en forma de hilo mientras seguimos batiendo a velocidad media. Continuaremos batiendo hasta que la mezcla se enfríe por completo un rato, sin prisa de 7 a 10 minutos.
Bajamos la velocidad de batido y añadimos la mantequilla en trocitos. Seguimos batiendo a velocidad media hasta que se incorpore y obtengamos una crema suave y brillante en unos minutos. Añadimos la pasta de avellana y la Nutella y batimos un par de minutos más.
Introducimos la crema en una manga pastelera poniéndolo sobre la base de uno de los bizcochos, espolvoreamos un poco de avellanas picadas, ponemos el otro bizcocho y repetimos la misma operación: crema y avellanas. Por último coronamos con unos Ferrero Rocher... ¡ y a lucirse y disfrutar de la dieta navideña se ha dicho!
Receta inspirada en el blog de Mega Silvita.
Parece que el frío a llegado para quedarse y ya es oficialmente temporada de naranjas.
Así que a parte de tomarlas en zumo o comerlas directamente, otra buena excusa para usarlas es en repostería. El sabor que da la naranja a cualquier bizcocho, o crema es insustituible por ese pequeño toque de amargor, al igual que pasa con el limón.
Por eso hoy os traigo una receta sencilla para ir abriendo boca después del gran parón que he tenido por aquí. Además, ya mismo están aquí las navidades y pronto publicaré alguna recetita navideña para que os pongáis manos a la obra y sorprendáis a la familia con un buen postre.
Este bizcocho es perfecto para un buen desayuno o merienda acompañado de un buen café calentito. Es súper jugoso, os encantará. En esta ocasión yo lo horneé en un molde de bundt cake pero podéis hacerlo en cualquier molde que tengáis por casa ¡Vamos a ello!
"Bundt Cake de Naranja"
Ingredientes para el bizcocho:
- 3 huevos M
- 240 g de azúcar blanco
- 80 ml de zumo de naranja
- 130 ml de aceite de girasol
- Ralladura de una naranja ( apartar un poco para decorar)
- 1 yogur natural
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- 250 g de harina normal de todo uso
Comenzamos engrasando con spray desmoldante o con mantequilla el molde que vallamos a usar y lo espolvoreamos de harina dando toquecitos haciendo que se reparta por todo el molde y quede una capa finita, volcaremos el molde para deshacernos del sobrante. Pre calentaremos el horno a 180º.
En un recipiente grande y con ayuda de una batidora de varillas, varillas manuales o espátula de silicona... La herramienta del que cada uno disponga vaya. Batiremos los huevos con el azúcar hasta que se disuelva bien el azúcar y la mezcla comience a blanquear, si lo hacemos con una batidora de varillas, cuanto mas suba y blanquee la mezcla mejor, porque le estaremos incorporando aire que aunque algo perdamos después, le aportará un extra de jugosidad el bizcocho.
Continuamos añadiendo el zumo, el aceite, el yogur y la ralladura de naranja sin dejar de batir y dejando que se incorpore bien a la masa cada ingrediente antes de añadir el siguiente. Por último con un colador tamizamos la harina junto a la levadura y lo añadimos a la mezcla poco a poco mientras batimos hasta conseguir una masa lisa sin grumos.
Vertemos la masa en el molde y horneamos unos 50 minutos a 180º . Comprobaremos que está listo metiendo un palillo de brocheta o un cuchillo, si sale limpio sin restos de bizcocho sin hacer es que está listo y sino lo dejamos 10 minutos mas.
Cuando esté listo lo dejaremos enfriar sobre una rejilla 10 o 15 minutos o hasta que al tocarlo no queme y desmoldamos dando la vuelta sobre la misma rejilla, si hace falta daremos unos golpecitos pero si el horneado ha ido bien debería de salir con facilidad. Dejaremos enfriar por completo sobre la rejilla mientras hacemos un glaseado para cubrirlo que le dará un toque muy bueno.
Ingredientes para el glaseado de naranja:
- 5 cucharadas aproximadamente de azúcar glas
- Un chorrito de zumo de naranja
En un bol pequeño ponemos el azúcar y vamos añadiendo poco a poco el zumo de naranja mezclando sin parar hasta conseguir una textura de glaseado suave y fluida, que al derramarla por encima del bizcocho caiga por los laterales pero que tenga consistencia para que no acabe toda derramada o absorbida por el bizcocho.
Como veis, las cantidades van un poco a ojo, es algo aproximado porque según vamos mezclando vamos viendo si hace falta mas zumo, o por lo contrario nos hemos pasado de líquido y necesitamos añadirle un poco mas de azúcar para corregir.
Por último espolvoreamos un poco de ralladura de naranja que teníamos reservada y a disfrutarlo.
Esta ha sido para mí, una de las tartas con mas buena pinta que he hecho y de su sabor ya no digo nada... está increíble. El contraste de colores de las galletas oreo y las golden... y los chorretones de ganache de chocolate cayendo por el borde de la tarta la hacen súper apetecible.
Por no hablar de la combinación de sabores de la vainilla del bizcocho... la trufa del relleno con trocitos de galleta que le dan un toque crujiente y el toque de crema de queso que la recubre.
A todos los catadores les encantó y sin duda ha sido la tarta que menos a durado, la corté toda y creo que me quedé corta porque muchos querían repetir y no pudieron. Que gustazo da cuando una receta nos sale tan bien y gusta tanto ¿Verdad? Pues no se hable mas y apuntaros la receta.
"Tarta Oreo y Oreo Golden"
Bizcocho de vainilla y Oreo:
Ingredientes (para un bizcocho de 22 cm de diámetro)
- 250 g azúcar blanco
- 4 huevos M
- 250 g aceite de girasol
- 250 g harina todo uso
- 1 cucharadita extracto de vainilla
- 2 cucharaditas levadura química el polvo
- 4 galletas oreo trituradas (sin la crema)
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo. rociamos el molde con spray desmoldante o con mantequilla y espolvoreamos con harina.
Batimos el azúcar con los huevos hasta que la mezcla doble su volumen y vamos añadiendo el aceite poco a poco. Tamizamos la harina con la levadura y añadimos a la mezcla, seguimos batiendo hasta que no se vean grumos y añadimos la vainilla y las oreo trituradas batiendo un poco más, solo hasta integrarse en la masa. Horneamos durante 40 minutos o hasta que al introducir un palillo en el bizcocho este salga limpio sin restos de masa húmeda.
Dejamos enfriar sobre una rejilla mientras preparamos la trufa para el relleno.
Trufa de chocolate:
Ingredientes:
- 500 ml nata para montar con un mínimo de 35% grasa
- 250 g chocolate para fundir especial repostería
- 30 g mantequilla
Ponemos la nata en un bol y calentamos un minuto y medio aproximadamente en el microondas o hasta que esté a punto de empezar a hervir. Añadimos el chocolate troceado y mezclamos sin parar hasta que se derrita e integre por completo. Añadimos la mantequilla y seguimos batiendo hasta que se funda. Cubrimos con papel film a piel (de manera que este toque la crema) y enfriamos en la nevera mínimo 3 horas. Mejor de un día para otro.
Desmoldamos el bizcocho, alisamos la parte de arriba cortándola para que nos quede recta y cortamos en 3 capas. Rellenaremos con la trufa y unas cuantas galletas Oreo y Oreo Golden troceadas. Reservamos en la nevera mientras preparamos la buttercream de queso que cubrirá la tarta.
Buttercream de queso crema:
Ingredientes:
- 125 g mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 300 g icing sugar o azúcar glass
- 125 g queso crema frío (tipo Phipadelphia)
Con una batidora de varillas batimos la mantequilla con el icing sugar tamizado previamente unos 5 minutos. Añadimos el queso crema recién sacado de la nevera y seguimos batiendo unos 3 minutos.
Separamos un poco de crema para decorar después los bordes con la manga pastelera y metemos en la nevera unos 15 minutos para que coja consistencia, no mucho más porque quedaría demasiado sólida y queremos que sea manejable.
Cubrimos la tarta con una capa fina de crema, esta es la que llamamos "capa sujetamigas" y metemos 20 minutos en la nevera. Después cubrimos la tarta con una capa mas gruesa, la que será la definitiva y alisaremos mientras cubrimos por los laterales y la superficie. Reservamos en la nevera mientras hacemos la ganache de chocolate para decorar con los chorretones la superficie de la tarta.
Ganache de chocolate:
Ingredientes:
- 80 ml nata para montar con un mínimo de 35% grasa
- 40 g chocolate para fundir
- 20 g mantequilla
Ponemos la nata en un bol y calentamos un minuto y medio aproximadamente en el microondas o hasta que esté a punto de empezar a hervir. Añadimos el chocolate troceado y mezclamos sin parar hasta que se derrita e integre por completo. Añadimos la mantequilla y seguimos batiendo hasta que se funda. Dejaremos templar la mezcla un par de horas antes de usar.
Metemos la ganache en una manga pastelera y cortaremos la punta. Iremos poniendo la ganache por todo el borde de la tarta haciendo que caigan algunos chorretones y cubriremos con el resto toda la superficie. No tiene que quedar perfecto, es la gracia que tiene.
Con el resto de crema de queso que teníamos reservado en otra manga pastelera con la boquilla 1m (o de estrella abierta) decoraremos la superficie y la parte inferior de la tarta y finalizamos decorando la superficie con Oreo rallada, gotas de chocolate y Oreos enteras como se ve en las fotos.
Se que parece muy laboriosa pero os aseguro que vale la pena porque vais a arrasar con esta tarta ¡Os lo aseguro!
Un besito y a ser felices!!!!
